La enfermedad de moda en Estados Unidos se
llama ortorexia, que no es más que un trastorno alimenticio (al igual que
anorexia y bulimia) en el que hay obsesión por comer sólo alimentos sanos.
Aunque parezca paradójico, esta manía puede rozar el peligro si excede los
límites de la cordura.
Desde hoy puede agregar a su diccionario
personalizado el término "ortoréxico", y con él puede usted
identificar a quienes de manera obsesiva tienen la emergente necesidad de
alimentarse únicamente con comida sana, y si no es así prefieren no hacerlo.
Definitivamente deciden pasar hambre a comer alimentos "impuros",
como grasas o carne en cuyo proceso hayan intervenido pesticidas o herbicidas o
cualquier otra sustancia artificial que pudiera afectar su organismo.
El prejuicio lleva a quienes padecen este
trastorno a dejar de acudir a restaurantes e incluso a casas de familiares y
amigos por miedo a lo que les ofrezcan de comer. Cuando trascienden un nivel
como éste, el sentimiento de culpabilidad lleva a dietas más estrictas e
incluso al ayuno.
Así, la ortorexia no pareciera significar
un problema, pero sí lo es cuando la persona no hace lo posible por sustituir
los alimentos que rechaza por otros que le aporten los mismos complementos
nutricionales. Entonces, las fuertes restricciones que se impone produce
carencias de vitaminas, minerales y proteínas, hecho por el cual empiezan a
padecer hipotensión (presión arterial baja) y osteoporosis, entre otros
padecimientos.
¿Nuevo trastorno
alimenticio?
Ortorexia deriva de la palabra griega orthos, que significa justo. Pero es hasta hace unos años que médicos e investigadores contemplaron la posibilidad de considerar este problema como trastorno relacionado con la alimentación, como lo hicieron no hace mucho con anorexia y bulimia. No obstante, los signos y síntomas característicos de éstos últimos padecimientos se refieren a la cantidad de comida que se ingiere, en tanto que en la ortorexia se pone más atención a la calidad de los alimentos.
Ortorexia deriva de la palabra griega orthos, que significa justo. Pero es hasta hace unos años que médicos e investigadores contemplaron la posibilidad de considerar este problema como trastorno relacionado con la alimentación, como lo hicieron no hace mucho con anorexia y bulimia. No obstante, los signos y síntomas característicos de éstos últimos padecimientos se refieren a la cantidad de comida que se ingiere, en tanto que en la ortorexia se pone más atención a la calidad de los alimentos.
Quienes se ven más afectadas son mujeres
jóvenes, influenciadas por declaraciones de actrices o modelos famosas que
pregonan su defensa por lo natural, o por ciertos medios de información que
irresponsablemente difunden datos que llaman la atención sin profundizar en los
problemas a la salud. Ejemplo de ello es la ola de noticias que en Europa se
publicaron en torno al tema de las "vacas locas" o los alimentos
transgénicos, que al parecer dieron pie a extremar los cuidados en lo que se
come.
Los investigadores en el asunto indican
que las justificaciones utilizadas por los ortorexicos para adoptar este tipo
de alimentación suelen ir desde posturas ideológicas o religiosas hasta
creencias irracionales, propias o provenientes de voceros con poco fundamento
científico.
La comida que se permite debe ser
orgánica, sin conservadores ni colorantes, como vegetales o frutas, que deben
comerse crudos; se dejan fuera grasas y carnes. También son parte del ritual
obsesivo la forma de preparación -verduras cortadas de determinada manera- y
los materiales utilizados -sólo cerámica o madera, por ejemplo-. Como se puede
ver, los ortoréxicos suelen pagar precios altísimos por seguir estas normas.
Debe quedar claro que no entran en la
categoría de enfermos de ortorexia quienes siguen dietas vegetarianas o
macrobióticas (cuya intención es, sobre todo, evitar comer carne y sus
derivados). Para ser considerada un problema, la actitud ante la comida debe
implicar un efecto nocivo sobre la vida; lo que sucede en el caso que hemos
tratado es que se torna en problema cuando el obseso prefiere quedarse con
hambre antes que comer algo que no cumple con sus expectativas en cuanto a
calidad, cuando pasa día y noche planificando la dieta, evita a quienes comen
de manera diferente o tiene discusiones acerca de lo que es o no conveniente
comer.
Nuestra información no pretende influir en
su juicio sobre lo que debe comer, simplemente se trata de mostrar la realidad
de una situación que empieza a tener gran número de seguidores en algo que
puede poner en riesgo la vida; usted tiene la última palabra.
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