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miércoles, 12 de junio de 2013

ATEROSCLEROSIS, DIRECTO AL CORAZÓN Y CEREBRO



Se estima que la tercera parte de los mexicanos mueren de enfermedades derivadas de la aterosclerosis, padecimiento que genera problemas en corazón y cerebro. La edad es uno de los factores que inciden en su desarrollo, por lo que hay que emprender medidas preventivas, sobre todo si se piensa que para el año 2020 habrán 15 millones de ancianos.
Actualmente, existen cinco millones de mexicanos mayores de 60 años de edad, cifra que en 20 años se triplicará. La Asociación Mexicana para la Prevención de la Aterosclerosis y sus Complicaciones (AMPAC) contempla que para esa fecha también se incrementará la tasa de enfermos de diabetes, hipertensión arterial y obesidad, además, habrá mayor tendencia al sedentarismo y estrés, todos ellos factores desencadenantes de aterosclerosis, padecimiento que puede aparecer desde edad temprana e irse desarrollando en forma silenciosa durante muchos años, hasta que se hace presente en un infarto del corazón, por ejemplo.
¿Qué es?
En las paredes de las arterias suele acumularse colesterol y residuos de células musculares y sanguíneas, así como calcio, ocasionalmente, dando origen a lo que se llama ateroma, que de alcanzar un tamaño que dificulte el paso de la sangre produce aterosclerosis.
Este ateroma puede formarse en cualquier arteria, pero usualmente se encuentra más en las denominadas coronarias (las que llevan sangre al músculo del corazón), en la arteria aorta (la más grande del cuerpo), y en las del cerebro y extremidades, sobre todo muslos y piernas.
Cuando la placa ateromatosa tapa parcial o completamente las arterias, provoca disminución o ausencia total del flujo de la sangre, lo cual ocasiona que los órganos no reciban suficiente oxígeno para poder trabajar o no lo tengan en absoluto (oclusión completa), produciéndose la muerte de las células. Esto último es lo que se llama infarto y, como se ve, puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo en donde la sangre deje de circular. Es así que se producen infartos en corazón, cerebro, ojos, intestinos, piernas, etcétera.
Para que se presente la aterosclerosis hay factores que inciden notablemente, como la herencia de los padres, sufrir tensión arterial alta, diabetes u obesidad, tabaquismo, tener una vida sedentaria y bajo constante estrés. Igualmente peligroso es seguir una dieta rica en grasas y colesterol, presentes en:

·         Carne de res.
·         Tocino y chorizo.
·         Piel del pollo.
·         Mayonesa y mantequilla.
·         Aderezos.
·         Yema de huevo.
·         Vísceras (hígado, sesos, riñones, panza).
·         Barbacoa (carnero).
·         Birria (chivo).Quesos Procesados (manchego, Chihuahua, asadero).
·         Mariscos (camarones, ostiones, moluscos).
Corazón y cerebro
Se llaman enfermedades cerebrovasculares a la muerte de una porción de tejido cerebral debido a problemas en su flujo sanguíneo, ya sea producto del taponamiento (denominado isquémico) o del rompimiento de una arteria (nombrado hemorrágico).
La aterosclerosis es la causante de este tipo de problemas, así como de padecimientos cardiovasculares, como angina de pecho, infarto al miocardio (tejido muscular del corazón) o muerte súbita.
Es por ello que resulta de gran importancia practicarse periódicamente un chequeo médico, incluso en los niños, además de hacer ejercicio, controlar la presión arterial, la forma de fumar y el exceso de peso. En cuanto a la alimentación, se recomienda que sea lo más natural posible, tomar al menos 2 litros de agua diariamente y aumentar la ingestión de fibra. Procure consumir regularmente:
·                     Leche y yogurt natural.
·                     Frutas y verduras.
·                     Pan, tortillas, cereales y galletas (de preferencia integrales).
·                     Clara de huevo.
·                     Quesos frescos (panela, cottage, fresco y requesón).
·                     Pollo sin piel.
·                     Carne roja sin grasa.
·                     Pescado.
·                     Carnes frías de pavo (una vez por semana).
·                     Pasta.
·                     Papa y elote.
·                     Cereales.
·                     Leguminosas (fríjol, lentejas, habas y soya) .
·                     Aceites vegetales, como el de maíz, girasol, canola, oliva y cártamo, por ejemplo.
·                     Azúcares (con medida).
La primer medida puede ser cuidar lo que comemos diariamente y, poco a poco, trabajar en los factores restantes, sin esperar a que la edad nos complique los problemas.

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